Uno de los principales problemas de la energía solar es que no es consistente y regular. Sin embargo, para este problema hay una solución, dado que podremos utilizar energía solar por la noche con sistemas de almacenamientos.
La mejor y más simple manera para resolver los problemas de la energía solar es la instalación de baterías solares. Una batería que almacene la energía que los paneles solares generan por el día para seguir usando la electricidad generada por la noche o en momentos donde la incidencia solar sobre los paneles no es tan elevada y servirán para abastecer el sistema eléctrico.
Las principales horas de captación solar son por la mañana cuando los hogares necesitan menos electricidad ya que están iluminados con luz natural, y la gran mayoría de la población se encuentra fuera de ellas al estar trabajando. Durante estas horas la energía solar generada por los paneles no se utiliza o se inyecta a la red eléctrica pero la instalación de una batería hará posible que esta energía se pueda almacenar para posteriormente hacer uso de ella.
No obstante, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de las instalaciones que tienen instalados paneles solares se encuentran conectados a la red, por lo tanto, no haría falta tener un sistema de baterías, a no ser que queramos reducir el coste de la electricidad por las noches. Sin embargo, hay algunos casos en los que es conveniente tener baterías, por ejemplo, cabañas, caravanas, entre otros.
1.- Tipos de baterías
1.1.- Baterías Plomo – Ácido
Son las baterías más utilizadas en las instalaciones solares de autoconsumo. El rendimiento de estas baterías ronda entre el 85% y el 95%, existiendo una excelente relación calidad-precio.
1.2.- Baterías de ion – litio
Estas baterías son las más utilizadas en la actualidad, dado que tienen una gran vida útil y una capacidad de carga muy eficiente. Por otro lado, no requieren de mantenimiento ni emiten gases, por lo tanto, puede instalarse en interiores.
1.3.-Baterías inundadas
Las baterías inundadas mantienen el electrolito de ácido sulfúrico en forma líquida. Este es el tipo de batería de plomo – ácido menos costoso y además tienen un mantenimiento mínimo respecto a las otras baterías de plomo – ácido que se encuentran en el mercado.
1.4.- Baterías de celda de gel
Estas baterías contienen el electrolito en un gel espeso a base de sílice. El gel está en contacto con las placas de plomo y los electrones pueden moverse libremente a través del gel. Debido al diseño que estas baterías tienen, estas se pueden sellar, a excepción de las válvulas unidireccionales, las cuales permiten la liberación de gas hidrógeno en caso de producirse una sobrecarga. No hay niveles de electrolitos que verificar ni agua que agregar, por lo que este tipo de batería a veces se denomina “libre de mantenimiento”. Este tipo de baterías se puede almacenar de lado porque no hay riesgo de derrame de líquidos. Sin embargo, estas baterías suelen ser las más caras del mercado.
1.5.- Baterías de esterilla de vidrio absorbido (AGM, siglas en inglés)
Este tipo de baterías al igual que las anteriores evitan una forma líquida de electrolito al contener el ácido en una malla de fibra de vidrio. Al igual que las baterías celda de gel, las baterías AGM están libres de mantenimiento porque no hay niveles de electrolitos que verificar. El precio en el mercado es bastante elevado, aunque se compensa con el poco mantenimiento al que están sometidas.
En definitiva, entre todas las baterías, las de ion – litio son la opción ideal para el almacenamiento de energía solar en el hogar. Son relativamente económicas y no contaminantes. Independientemente de las baterías que se seleccionen, estas permiten a los usuarios ahorrar energía durante los periodos de alta producción y baja demanda para su uso durante los períodos de alta demanda cuando la generación disminuye considerablemente. Por lo tanto, los beneficios del almacenamiento de energía solar en el hogar son los mismos que los beneficios del almacenamiento a gran escala.
